Iohexol

Medio de contraste radiográfico.

Es un medio de contraste radiográfico, hidrosoluble, no iónico que contiene 46,36% de yodo. Las soluciones de yohexol pueden ser autoclavadas, pero se deben proteger de la luz. Yohexol vía intratecal: pasa del líquido cefalorraquídeo a la sangre y se elimina totalmente por la orina en 24 horas. No sufre metabolismo o deyodinación significativa. El contraste radiográfico óptimo se mantiene durante 30 minutos luego de la administración intratecal. Si se planea una mielografía tomográfica, deberán transcurrir varias horas para permitir que el contraste por el yohexol residual desaparezca. Luego de la administración en el espacio subaracnoideo lumbar, el yohexol alcanza la región torácica en 1 hora, la región cervical en 2 horas y las cisternas basales en 3 a 4 horas. Yohexol vía intravascular: luego de la administración intravascular, el yohexol se elimina por filtración glomerular, lo que permite observar todos los vasos sanguíneos a su paso hasta que se hemodiluye significativamente. No es metabolizado; 90% de la dosis se elimina en 24 horas. La opacificación de los vasos renales es máxima 1 minuto después de la inyección intravascular. Los urogramas logran el óptimo a los 5-15 minutos, excepto cuando existen alteraciones renales, donde el retraso es impredecible. En estos pacientes, la excreción biliar e intestinal se incrementa. El yohexol cruzaría la barrera placentaria por difusión simple; no atraviesa la barrera hematoencefálica de modo significativo. La mayor potenciación de contraste se consigue para la tomografía de barrido continuo. En la tomografía de cabeza, el yohexol es útil para detectar daño a los tejidos, puesto que no se acumula en el tejido cerebral normal. Yohexol vía oral o intracavitario: el uso de yohexol vía oral es útil cuando el sulfato de bario está contraindicado (perforación sospechada del intestino o riesgo de aspiración del medio de contraste). Sólo 0,1%-0,5% de la dosis es absorbido, lo que puede aumentar si existen lesiones gastrointestinales. Para estudiar una región cavitaria el yohexol debe administrarse directamente en ella (útero, trompa de Falopio, articulaciones, hernias peritoneales, ductos pancreáticos y biliares, vesícula biliar).

Vía intratecal: mielografía (lumbar, torácica, cervical, columnar total), tomografía computarizada (mielografía, cisternografía, ventriculografía). Vía intravascular: angiocardiografía, aortografía, flebografía, tomografía computarizada de cuerpo y cabeza, angiografía por sustracción digital de cabeza, cuello, abdomen, riñón, vasos periféricos, arteriografía periférica y urografía excretoria. Vía intracavitaria/oral: adultos: artrografía, histerosalpinografía, pancrealografía retrógada endoscópica, colangiopancreatografía, herniografía, imágenes del tracto gastrointestinal (oral). Niños: cistouretrografía. Adultos y niños: yohexol diluido vía IV combinado con yohexol vía oral para la obtención de contraste radiográfico de la región abdominal.

Vía intratecal: en función del área y el grado de contraste deseado. No se debe exceder una dosis total de 3.060mg de yodo ni una concentración de yodo de 300mg/ml en adultos; no se debe exceder una dosis total de 2.940mg de yodo ni una concentración de yodo de 210mg/ml en niños. Vía intravascular, oral e intracavitaria: debe utilizarse la menor cantidad de yohexol necesaria para obtener el contraste deseado.

Vía intratecal: cefaleas, náuseas y vómitos, mareos, raramente hipotensión, hipertonía, sudoración, vértigo, pérdida del apetito, neuralgia, dificultad miccional, dolor de espalda. En algunos casos convulsiones, reacciones alérgicas o idiosincráticas, irritación del SNC (amnesia, hostilidad, diplopía, depresión, ansiedad). Vía intravascular: arritmias, angina, hipotensión, taquicardia, paro cardíaco, reacción vasovagal, muy raramente muerte. Vértigo, visión borrosa, somnolencia, parestesia, convulsiones, hemiparesis, síncope, temblores, ataque isquémico transitorio, infarto cerebral; congestión nasal, apnea, ataques de asma, urticaria, anafilaxis. Vía oral, intracavitario: flatulencia, diarreas, náuseas.

No realizar deshidratación preparatoria. La posibilidad de reacciones anafilácticas e idiosincráticas debe ser tenida en cuenta y contar con facilidades adecuadas para manejar situaciones de emergencia. Al no existir pruebas concluyentes se recomienda no usar en mujeres embarazadas a menos que el beneficio para la madre supere el riesgo potencial para el feto. El amamantamiento debe suspenderse. Los niños son un grupo muy proclive a desarrollar efectos adversos, en especial aquellos que sufren de asma, sensibilidad a varios alérgenos, insuficiencia cardíaca congestiva, creatininemia >1,5mg/dl y los menores de 12 meses. El yohexol inhibe la coagulación de la sangre menos que los medios de contraste iónico; se ha desarrollado tromboembolismo en pacientes que recibieron medios de contraste iónicos y no iónicos, por ello, la administración de yohexol debe realizarse con manejo meticuloso para minimizar la posibilidad de eventos tromboembólicos. Usar con precaución en pacientes con alteraciones renales o hepáticas, afectados por tirotoxicosis o mielomatosis. Los diabéticos con más de 3mg/dl de creatininemia no deberían ser examinados con yohexol. Los medios de contraste son potencialmente peligrosos en los pacientes con mieloma múltiple y otras paraproteinemias. En el uso oral debería evitarse la entrada bronquial de yohexol. El yohexol se usa en concentración hipertónica, lo que puede ocasionar extracción de líquido en los intestinos, y resultar peligroso en los ancianos o caquécticos.

Ante el riesgo de convulsiones, no combinar con drogas que disminuyan el umbral convulsivo (fenotiazinas, IMAO, antidepresivos tricíclicos, analépticos y antipsicóticos). Vía intratecal: no administrar junto con corticoides intratecales.

Hipersensibilidad al yohexol y otros compuestos yodados. En la administración intratecal el yohexol no debería ser utilizado para mielografía en presencia de bacteriemia local o sistémica. Repetición inmediata de la mielografía.

Vía intratecal: no se han reportado, pero puede provocar alteraciones convulsivas. Vía intravascular: es severa y hasta fatal, afecta el sistema cardiovascular y pulmonar, se registran cianosis, bradicardia, hemorragia pulmonar y acidosis. En todos los casos debe procederse al mantenimiento de las funciones vitales. Vía oral: la sobredosis se vincula con diarrea y alteraciones en el balance electrolítico.