GOVAL

Principio Activo: Risperidona,
Acción Terapéutica: Antipsicóticos

Cada comprimido contiene: risperidona 1 y 3mg.

GOVAL se presenta en envases que contienen 30 comprimidos de 1 y 3mg. Envase de 1mg/ml solución oral para gotas x 20ml.

Tratamiento de la psicosis, en particular de las psicosis esquizofrénicas agudas y crónicas. Síntomas psicóticos asociados con otros cuadros psiquiátricos y neurológicos. Trastornos de conducta. También se ha demostrado eficaz en el tratamiento de la agitación en los cuadros demenciales y como coadyuvante en los episodios maníacos.

Cuadros y síntomas psicóticos: de 3 a 6mg/día. Alteraciones psicológicas y conductuales de las demencias: 0,25 a 1,5mg/día. En el caso de que se desee pasar de un neuroléptico clásico a GOVAL el siguiente esquema ha mostrado ser adecuado: A) de un neuroléptico de alta potencia (haloperidol): se suspende y se comienza de inmediato el tratamiento con GOVAL. B) de un neuroléptico de baja potencia (levomepromacina, clorpromacina): se baja progresivamente y de la misma manera se instala la dosis deseada de GOVAL (en 2 a 3 semanas). C) combinación de neurolépticos: se procede de acuerdo con los casos A y B. D) de un neuroléptico inyectable: de igual manera que en el caso A.

GOVAL no debe usarse durante el embarazo y la lactancia. No existe experiencia en menores de 15 años. La hipersensibilidad conocida a la risperidona también constituye una contraindicación.

GOVAL es en general muy bien tolerado, pero pueden aparecer: insomnio, agitación, ansiedad, sedación y cefalea. Con menor frecuencia se han comunicado: mareos, hipotensión postural, vértigo, trastornos de la concentración, visión borrosa, rash, trastornos eréctiles y orgásmicos. La incidencia y severidad de los síntomas extrapiramidales son significativamente menores que las de los neurolépticos clásicos y su aparición es muy poco frecuente dentro de las dosis aconsejadas (hasta 8mg diarios). De todos modos en algunos casos pueden aparecer: temblores, rigidez, bradicinesia, acatisia y distonía aguda. En general remiten rápidamente con la disminución de la dosis o la suplementación con fármacos antiparkinsonianos. Al igual que con otros neurolépticos no se puede descartar de plano la aparición de síndrome neuroléptico maligno. No se han comunicado hasta el momento casos de discinesia tardía.

La instalación de la dosis óptima se debe realizar en forma gradual. Por sus efectos alfa-bloqueantes se debe tener en cuenta la posible hipotensión ortostática sobre todo en los primeros días del tratamiento. Al igual que con otros neurolépticos se debe usar con precaución en pacientes portadores de patología cardiovascular, enfermedad de Parkinson o epilepsia. Los riesgos de somnolencia deben ser tenidos especialmente en cuenta en personas que manejan máquinas que entrañan peligro.